¡Gran error! aplicar los mismos pasos una y otra vez cuando en definitiva nos llevan a las mismas realidades.

Muchas frustraciones que nos hacen comprar la idea que jamás lo lograremos.

También probé de todo.
Terapias de remplazo de la nicotina, tratamientos naturales e incluso
farmacológicos.

Pero eran insuficientes.

Me ayudaban en el periodo de abstinencia,
pero dejar el tabaco es mucho más que eso.

Cuando pensaba que lo tenía: volvía a recaer.

Entendí que todo lo que me vendía la idea de dejar de fumar fácil era falso.
Y dejé de engañarme a mi misma.
Tenía que trabajar mi mente.

Tenía que trabajar en ese PODER.
Así que me adentré al mundo de la mente y las metas.

Le di poder a lo que sí funciona: cambiar la mentalidad.
Y deje de fumar sin vuelta atrás.

Entendí que para lograrlo tiene que haber un método,
enfocado en la disciplina de alcanzar metas,
con foco positivo y de planificación.
Trabajando 100×100 la mente:
Una mente ganadora.

Hoy, tras 14 años sin fumar y sin extrañarlo, ayudo y acompaño a
quienes quieren dejarse de ver como esclavos del tabaco y quieren ser
mentes irreversibles.

Que dejan de fumar y no hay vuelta atrás.